
El espacio se quedó negro,
se esfumó el pensamiento,
quedando ideas fijas,
que por momentos asfixian.
Esas ideas que asustan,
que no dejan ver más allá,
que tinieblas y brumas,
de un futuro que ha de llegar.
Hoy me quedo en el umbral,
de una puerta medio abierta,
que deja entrar los rayos de sol,
que calientan, que dan vida.
Correspondo con gratitud,
a esos rayos dorados,
hacen cambiar los colores,
y dispersa toda la niebla,
Su calor, suave todavía,
activa mi energia,
mi tesón frente a la vida.
¡No quiero vivir del ayer,
ni del mañana!
el hoy y el día a día.
Son esos momentos .......
CEL